Monday, September 28, 2009

Otra clasificación de la clarividencia

OTRA CLASIFICACIÓN DE LA CLARIVIDENCIA

CLARIVIDENCIA SIMPLE
La mera facultad de ver.
Su poseedor ve entidades astrales o etéricas que se hallan a su alrededor
No ve en la distancia ni en el tiempo
Ampliar


CLARIVIDENCIA EN EL ESPACIO
Su poseedor ver escenas o sucesos a distancia u ocultos por objetos intermedios

CLARIVIDENCIA EN EL TIEMPO
Su poseedor ve objetos o sucesos alejados por el tiempo, pudiendo ver en el pasado y en el porvenir

Cómo desarrollar las distintas clases de clarividencia

CÓMO DESARROLLAR LAS DIFERENTES CLASES DE CLARIVIDENCIA


La clarividencia debería tener un desarrollo regular y ordenado, pero no es así

En teoría el desarrollo de la clarividencia en una persona debería ser regular y ordenado. Es decir, primero desarrollaría los sentidos, luego la clarividencia etérica, seguida de la astral y finalmente la devachánica.

Pero esto sólo es teoría, porque sucedería en el caso de que el hombre viviese aislado, recibiendo solamente influencias apacibles y desarrollándose de manera perfecta y regular.

La realidad no es así, porque el hombre no se desarrolla en ese entorno idílico regular y ordenado. Por tanto, el desarrollo de su clarividencia tampoco tiene por qué serlo, y las visiones que tenga también pueden ser desordenadas.

Esta irregularidad en sus visiones puede provocar errores de interpretación y del valor de lo que ve en los asuntos de clarividencia, por lo que se hace necesaria la presencia de un maestro. El maestro le permitirá desarrollar los poderes con seguridad y sin peligro.

Clases de hombre en los que se desarrolla la clarividencia

La clarividencia es parte del desarrollo oculto del hombre.

Ante esta afirmación puede surgirnos la duda de por qué hombres sin cultura, sin estudios, de poblados aislados, indígenas sin cultura, tienen también desarrollada la clarividencia. La respuesta es que el hombre primitivo o inculto la posee efectivamente, pero la adquiere de diferente forma que el hombre de nuestra sociedad. De la misma forma, la sensibilidad del hombre primitivo es diferente a la del hombre debidamente educado.

Debemos saber que el doble etérico del hombre está en estrechísima relación con su sistema nervioso,así que cualquier acción en uno de ellos, reacciona inmediatamente en el otro.

La sensibilidad del hombre primitivo es esporádica, y no sometida a su propia voluntad. Esa sensibilidad le activa el sistema simpático.

En cambio, en el hombre desarrollado, con una elevada mente espiritual, la clarividencia puede ser activada a voluntad, de manera precisa y exacta. En este caso la sensibilidad le activda el sistema cerebroespinal.

Clases de clarividencia

CLASES DE CLARIVIDENCIA

Antes de hablar de las diferentes clases de clarividencia, hablaremos del sentido de la visión.

Visión física.- Es uno de los sentidos físicos que tenemos (vista, oído, gusto, tacto, etc.). En este sentido no hay clarividencia. La vista física es la respuesta del ojo humano a las vibraciones emitidas por la luz, aunque no en todo su espectro, ya que por ejemplo, no vemos los rayos X ni los ultravioletas. De la misma forma, el óido es capaz de reconocer a una limitada esfera de vibraciones, pero no todas, ya que, por ejemplo, no oímos los ultrasonidos. Por tanto, hay vibraciones por encima y por debajo de las que captamos, cuya percepción en los diferentes seres humanos varía considerablemente, aunque siempre dentro de unos límites relativamente reducidos, en su manera de responder a las escasas vibraciones al alcance de nuestros sentidos físicos. No obstante, oír o ver más que otra persona, no significa que seamos clarividentes, sino que tenemos el sentido más desarrollado.

Clarividencia etérica

Clarividencia astral

También es una clarividencia que usa vibraciones externas.
El hombre, a parte del cuerpo físico y el cuerpo mental, tiene un cuerpo astral. También puede activarlo con el tiempo. Dicho cuerpo astral responde también a las vibraciones del plano astral, abriendo así, ante el ego, un mundo mucho más basto en conocimiento y poder.

El cuerpo astral no tiene órganos sensitivos, a diferencia del cuerpo físico (oído, vista, etc).

Cuando en alguna parte del cuerpo astral choca una vibración dentro de los límites de su fuerza de cognición, el cuerpo astral responde a tal vibración, viendo u oyendo según sea el caso.

El cuerpo astral, a diferencia del cuerpo físico, no necesita volverse y dirigir la mirada hacia un objeto para verlo, sino que lo puede ver igualmente por detrás o de costado.

Clarividencia devachánica o mental

Esto sí que es ya clarividencia, ua que usa vibraciones externas.
El hombre, a parte del cuerpo físico, tiene un cuerpo mental, y puede activarlo con el tiempo. Este cuerpo mental responde a su vez a las vibraciones del plano mental, abriendo así, ante el ego, un mundo mucho más basto en conocimiento y en poder.

En este plano tenemos un sentido general que responde tan perfectamente a las vibraciones, que a él llegan que cuando cualquier objeto se pone al alcance de su conocimiento, lo comprende en el acto y por completo. Lo ve, lo oye, lo siente, y sabe cuánto hay que saber de él por una sola e instantánea operación.

La clarividencia

Para explicar este concepto, me he basado mucho en la obra de C.W. Leadbeater, "Clarividencia"

CONCEPTO DE CLARIVIDENCIA


El significado literal de la palabra es “ver con claridad”
La clarividencia es una facultad elevada, que consiste en el poder de ver lo que está oculto al sentido de la vista física, ordinaria.
La clarividencia suele estar acompañada de la clariaudiencia, o poder de oír lo que es imperceptible al oído físico humano.
La clarividencia es una facultad elevada que existe latente en todos, y pronto todas estas facultades serán herencia de la humanidad en general. Hay algunas personas en las que ya se está manifestando.

Clases de clarividencia
Cómo desarrollar la clarividencia
Otra clasificación de la clarividencia

Los colores del aura

Ya hemos visto que el ara no permite que veamos las cosas como si fueran objetos.

La onda, vibración, efluvio o aura de cada persona se percibe asociada a un color. Es como una emanación real del cuerpo astral o inconsútil, que supuesttamente anida en algún lugar recóndito del cuerpo físico.

Así, por ejemplo, la agresividad, egoísmo y violencia suelen ser de color rojo intenso, mientras que se percibe blanco radiante la pureza, la paz o el amor.

Hay personas que en vez de ver colores, perciben halos luminosos alrededor de las figuras. Esto no es ver el aura, ya que se trata de un efecto óptico debido a la intensa fijación de su mirada sobre los contornos del cuerpo.

El aura

EL CONCEPTO DEL AURA

Muchas veces, al hablar del aura, nos preguntamos cómo es que no la vemos... Pero nos estamos haciendo una pregunta incorrecta, porque el aura no se puede ver como si estuviéramos mirando un objeto. No se trata de tener un sentido más como la vista, el olfato, el tacto...

Entonces, alguien nos habla del tercer ojo y de que nos sirve para ver el aura. El tercer ojo no es un instrumento para captar energías invisibles, sino una metáfora para expresar un "entendimiento". Se trata de sensaciones psíquicas, pinceladas del pensamiento, impresiones mentales

Cuando una persona progresa espiritualmente, más tarde o más temprano, despierta al "tercer ojo". Para progresar espiritualmente, son necesarias muchas horas de meditación, disciplina mental, austeridad y profundo discernimiento. Se trata de purificar la mente en el crisol de la verdad, no estar cegado por el deseo, no buscar ventajas personales y de aquietar la agitación de las pasiones.

La teoría del tercer ojo se manifiesta y se defiende muy claramente en la tradición oriental. El tercer ojo es una facultad de "ver" lo invisible. El tercer ojo nos permite percibir aspectos de la realidad que pasan desapercibidos para el resto de los mortales. Nos permite percibir la vibración psíquica, el aura misteriosa que desprenden nuestros pensamientos.

Los estudiantes de yoga saben muy bien que uno de los primeros efectos de la práctica prolongada de la meditación es la lectura del pensamiento. Cuando, con la mente profundamente centrada, se observa a una persona, se percibe, por encima de sus características físicas, un talante, una forma de ser, un estado de ánimo, una especie de radiografía del alma que dibuja una imagen extraordinariamente nítida de las emociones, propósitos, ambiciones y temores del sujeto en cuestión.

Cuando esto sucede, el yogui comienza a desprenderse del velo opaco, la catarata cegadora que impedía la visión de su "tercer ojo", y que está en condiciones de ver el aura de otros.

Con el tercer ojo se interpreta el aura de los demás: se desenmascara su pensamiento, se capta su emisión prístina y primaria, se detectan sus emociones subyacentes, sen sintoniza con la longitud de onda particular de cada individuo y se percibe tal como es, piensa y siente, y no como éste pretende ser percibido.